Perfil del educador de la Compañía de María
Para hacer el proyecto Compañía de María se requiere que el educador:
Sea testimonio vivo de nuestro encuentro personal con Jesucristo, encuentro que caracteriza su visión del mundo, del hombre y de la historia que es el fundamento de su compromiso con ellos.
- Se acepte a sí mismo como persona amada por Dios, descubriendo que es fuente de su equilibrio emotivo y de su madurez afectiva, y que le permita aceptar y amar a los demás como son.
- Viva su vocación docente en comunión y participación, priorizando las relaciones fraternas, el trabajo en equipo, la opción por los más necesitados, la justicia, el servicio.
- Sean responsables, investigadores, críticos, flexibles, que sepan evaluar sus actuaciones, que sean creativos, capaz de autodisciplina y de cambio.
- Concrete desde su área y su participación en la comunidad educativa, el diálogo, fe-cultura, seleccionando y jerarquizando contenidos y actividades al servicio de un proyecto socio-cultural personalizante.
- Se capacite para participar en lo profesional, lo gremial, lo político, en vistas a transformar la sociedad
- Esté atento a denunciar el mal, presente en las situaciones más necesitadas de la salvación (la opresión, la injusticia, la mentira, la violencia, la corrupción en grupos, en estructuras...) y a descubrir los signos de esperanza que anuncian el reino.
- Busque la transformación del corazón que nace en el encuentro personal en la verdad, la justicia, la libertad, los valores evangélicos.
- Promueva una relación fluida con las familias.
- Cultive la capacidad de escucha y las actitudes positivas que posibilitan el diálogo con los padres.
Conozca con especial entusiasmo dentro de su vocación eclesial el carisma de este Colegio:
- Como educación en la fe que fructifica en obras de justicia
- Con la opción preferencial por los más necesitados.
- Con una vivencia de María como presencia que invita a la interioridad y el compromiso, en una real imitación de sus actitudes cristianas.
- Con una participación concreta en iniciativas que mejoran el conocimiento y cumplimiento de los objetivos en alumnos, padres, colegas, personal, etc.
Sea promotor de una pedagogía personalizante y evangelizadora.
- Establezca relación de persona a persona con sus alumnos, colegas, con directivos, con todo el personal del colegio.
- Sea sencillo, franco, constructivo en sus comunicaciones.
- Promueva el protagonismo de sus alumnos, constituyéndose en guía y orientador de la actividad.
- Merezca el respeto y afecto de sus alumnos gracias a su testimonio de valores.
- Le ofrezca elementos para mejorar sus decisiones. Prepare y de ocasiones para ejercer la libertad.
- Proponga situaciones de aprendizaje reales interesantes, basados en la experiencia conectados con la vida.
- Acepte el error y lo ayuda a vivir como oportunidad para crecer, en cada uno, en el grupo.
- Cree un clima de confianza, aceptación, afecto, respeto y esperanza.
- Ejerza su autoridad como servicio para el crecimiento de las personas y los grupos, orientándolos con coherencia y firmeza, sin concesiones fruto de la debilidad y con claro sentido de justicia y verdad. Sepa diferenciar las necesidades y puntos de partida de cada uno de sus alumnos.
- Ayude a sus alumnos a formar un juicio crítico, basado en las razones y causas profundas de la realidad.