ALGUNOS RASGOS DE NUESTRA ACCIÓN EDUCATIVA


 La educación en valores que tratan de ofrecer al hombre la clave de su existencia, es fun­damental en nuestra acción educativa. Por eso, toda la tarea docente, la programación, la metodología y la organización del Centro se inspira  EN ESTA PROPUESTA DE VALORES.

Nuestra pedagogía trata de ser consecuente con los objetivos que perseguimos y destaca entre otros, los siguientes aspectos:

Personalización

      • Ayudar al alumno a reconocer sus propias capacidades y posibilida­des a aceptar y a buscar medios para superarse. Que no aspire a tener más, sino a ser él mismo.
      • Acomodar el estímulo y la ayuda a las necesidades de cada uno, teniendo en cuenta su situación real y el conocimiento de su entorno familiar y so­cial.
      • Promover un sentido de responsabilidad en el trabajo y en la vida.
      • Fomentar la dimensión social del proceso educativo, el trabajo en equipo y la cooperación
      • Estimular el espíritu crítico y un pensamiento abierto y creativo.
      • Favorecer la expresión y la comunicación.
      • Seguir una pedagogía activa que fomente la creatividad y la búsqueda per­sonal de la verdad.
      • Dar prioridad a asimilar metodologías innovadoras de aprendizaje sobre contenidos.
      • Promover la práctica de destrezas, habilidades y técnicas que introducen al alumno en el mundo de la investigación y el arte.
      • Equilibrar el trabajo teórico con  material técnico y creativo.
      •   Procurar que el alumno se sienta feliz en el trabajo, en sus relaciones y en sus actividades formativas.
      • Tratar de que cada uno llegue al máximo de sus posibilidades intelectualesesarrollo intelectual: saber y saber hacer
      • Apertura a la realidad
      • Abrir al alumno al conocimiento y comprensión del mundo a partir del co­nocimiento y comprensión de su realidad más cercana.
      • Aprender a analizar la realidad para poder actuar sobre ella.
      • Potenciar los valores propios del país, región... en un clima de valoración y de apertura a todos los hombres y culturas.
      • Poner a los alumnos en contacto con situaciones que lo ayuden a descu­brir, comprender y comprometerse con el mundo marginado.
      • Preparar a los alumnos para integrar críticamente los cambios culturales y sociales.
      • Educación más allá del aula
      • Favorecer y despertar intereses y aficiones que ayuden a los alumnos a lle­nar creativamente su tiempo libre, acentuando las dimensiones de servicio. 
      • Fomentar las actividades que conducen al dominio de cuerpo y potencian la salud física y psíquica.
      • Promover la creación de grupos formativos y asociaciones y la participa­ción en los existentes.
      • Ayudar a valorar y amar la naturaleza, a disfrutar de ella, a descubrir la belleza y desarrollar actitudes de admiración, gratitud y responsabilidad ante ella.
      • Estimular y dar respuesta a las inquietudes sociales, religiosas y apostóli­cas de  los creyentes de nuestra escuela, a través de convivencias, participación  en movimientos y asociaciones parroquiales.
      • La dinámica de nuestra acción educativa supone ir evaluando constante­mente el proceso seguido, para verificar el nivel de calidad y la adecuación de la pedagogía a los alumnos y a las necesidades de los distintos lugares y tiempos.
      • Implica también una actitud de formación continua en el docente, un espíritu de superación y comunicación de los propios descubrimientos y experiencias en materia educa­tiva, para dar respuesta a las necesidades y posibilidades de los alumnos, a la exigencia de renovación pedagógica y a los cambios de legislación.

Misión

Los Centros Educativos de la Compañía de María, inspirados  en el carisma de Santa Juana de Lestonnac, ofrecen una educación humanista-cristiana que, desde el diálogo fe-justicia fe-cultura-ciencia-tecnología,  incide en la formación  integral de las personas y en la transformación de la sociedad.

En nuestra acción educativa procuramos favorecer el crecimiento y maduración de los alumnos en todas sus dimensiones:

  • Lo ayudamos a descubrir y potenciar sus posibilidades Físicas, Intelectuales y Afectivas.
  • Trabajamos la dimensión social, ahondamos en la realidad con una actitud serena, critica y objetiva y promo­vemos su Inserción en el mundo de forma responsable y constructiva.
  • Fomentamos el desarrollo en la dimensión ética y trascendente de las personas.

Nuestra propuesta educativa incluye una referencia explicita al Evangelio, lo que implica toda una concepción del hombre, le ayuda a dar una interpretación del mundo y a tener unos comportamientos coherentes con la fe.

Desde esta visión potenciamos  las siguientes actitudes y valores:

La LIBERTAD  ya que entendemos la educación como un proceso de liberación del hombre y de los pueblos.

Un  ESPÍRITU FRATERNO q ue se traduce en comportamientos  de diálogo, perdón, servicio y solidaridad.

La  CONVIVENCIA Y  LA PAZ en una sociedad en la que las tensiones y conflictos amenazan a la misma subsistencia de la comunidad humana.

La JUSTICIA  como una exigencia de la dignidad e igualdad de todos los hombres que se concreta con relaciones fraternas e incide en la forma de estructuras de la sociedad.

La INTERIORIDAD   y la GRATUIDAD como expresión de la hondura de lo humano frente al acoso de la exterioridad y el utilitarismo.

Profundizamos de manera sistemática los CONTENIDOS DE NUESTRA  FE, de tal manera que los alumnos creyentes puedan fundamentar su propia fe y los que no crean o estén en su búsqueda, tengan ocasión de confrontar y clarificar sus propios planteamientos. Todo esto en un clima de diálogo, respeto y libertad para las convicciones personales.

Favorecemos el diálogo entre la fe el conjunto de saberes, valores y acti­tudes con el fin de propiciar en los creyentes la síntesis FE - CULTURA ­- VIDA

 Este modelo de educación requiere una Comunidad Educativa que, a través de una participación responsable y efectiva, propicie un clima acorde con la educación que se requiere impartir.

En esta Comunidad Educativa:

La Compañía de María es la responsable de definir y dar continuidad a los principios que fundamentan el tipo de educación que, entre todos, ofrecemos y a los criterios de  actuación que garantizan la fidelidad de la acción educativa a estos principios.

    • promueve y tutela la acción educativa global y ejerce la última responsabilidad ante la sociedad.
    • delega funciones y estimula el ejercicio de las diversas responsabilidades asigna­das a los órganos de gobierno unipersonales y colegiados.
    • asume los derechos y deberes que derivan de la legislación vigente.

LOS ALUMNOS son los principales agentes de su propio crecimiento como personas. En la dinámica de la institución expresan sus intereses e inquietudes, asumen sus propias responsabilidades, se organizan en grupos y asociaciones e intervienen en los órganos de gestión. 

LOS EDUCADORES  son los principales agentes formadores en la escuela. Acompañan a los alumnos en su proceso de crecimiento, establecen una relación de colaboración entre ellos, como agentes de una tarea común, participan en la acción educativa global y dan a su labor la coherencia que exige el carácter propio del Colegio. 

EL PERSONAL DE ADMINISTRACIÓN Y SERVICIO complementa el trabajo educativo de los profesores desde sus diversas actividades y se corresponsabiliza de la dinámica de la institución a través de los órganos de gestión. 

LOS PADRES como primeros responsables de la educación de sus hijos, le dan continuidad con su colaboración en la institución y participan en los órganos de gestión.


Última modificación: miércoles, 19 de febrero de 2020, 19:32