UNA BODEGA DE TUPUNGATO
Por María Luz Giolo

 

BODEGA GIAQUINTA CUENTA SU HISTORIA

 Algo sobre su creación y las mejoras logradas en este último tiempo. Su gente y sus vinos.

 

Bodega y Viñedos Familia Giaquinta se creó mediante una sociedad que hizo el abuelo de dicha familia, Don José Giaquinta, con sus hijos. Actualmente quedan al frente de la empresa, dos de sus nietos: Emilio Giaquinta y Miguel Giaquinta, quienes compraron a sus primos la parte que les había tocado por herencia.  Actualmente, junto a Emilio y Miguel, trabajan sus familias. La empresa ha sido desde sus comienzos, una empresa familiar.

La bodega está en el Departamento de Tupungato desde el año 1968, pero hubo buenos y malos tiempos. “Hace seis años atrás, una granizada cayó sobre los viñedos y se perdió el cien por ciento de los cultivos; fue como empezar de cero” expresó Gina Coppari de Giaquinta. En la actualidad, la mayoría de los viñedos poseen tela antigranizo y algunos cañones que tratan de apaliar este tipo de contingencias.

Para elaborar vinos, primero se hace la cosecha. En algunas bodegas es mediante maquinaria. En la bodega Giaquinta, es de modo manual. Se llevan a un camión los racimos para ser luego pesados. La cantidad de litros de vino elaborado debe ser la equivalente a los kilos de uva cosechada.

Debe corresponder la graduación alcohólica del vino al grado que tenía la uva en el momento de su cosecha. Aproximadamente son quince días el tiempo que pasan los mostos en la pileta para lograr la fermentación y no debe agregarse ni una gota de agua.

Varía el modo de elaboración de vinos blancos y tintos. En el caso de los segundos, no se separan los orujos durante la fermentación,  con el fin de conservar el color. En el caso de los vinos blancos, sí es preciso sacarlos. Sólo están veinticuatro horas estos orujos en contacto con el mosto, para hacer una maceración.

El vino más pedido en Mendoza es el Malbec. El Malbec  Roble de esta bodega se guarda en barricas durante un año para  luego ser envasado para la venta.

En vinos blancos, una variedad que se destaca es el Torrentés, que es muy aromático. Además el Pedro Ximenez - un varietal de origen español- está siendo uno de los vinos, que de a poco la gente se está animando a degustar.

En los últimos años, la bodega ha incorporado nuevas tecnologías, además de haber mejorado sus instalaciones para recibir al turismo, con un parque para recepciones, glorieta, fuente de agua y también una capilla llamada “San Vicente”.